Mi iglesia es un rosario hecho con cangrejos
me resuena en el vientre tu mermelada
divina y fría, digna de un dueño
obsesiones son los besos que yo confieso
Camino tibia
pétalos cubren un crimen
luego yo siempre te rezo
estamos trabajando para purificar a los cangrejos, para limpiar las manchas de la vergüenza
aquí el deseo no ha dicho nada
no tengas miedo ya le dije que calle
vuelvo a rezarle a los cangrejos.
Magia torpe y genital sudaron sus manos
me acaricio un pulpo negro la humedad de mis caderas
yo era joven como humedad después de la lluvia
su mirada aterrizo en mi espalda
masticada supe que no hay otro camino que llorar en la iglesia.
Mi iglesia es un rosario hecho con cangrejos
están comiendo lo que estoy confesando
para digerir la culpa hace falta buena plegaria
nada nuevo ofrece el perdón pero es un alivio mas
para el alimento que pudre la emoción.
Le conté a mi madre la triste jornada, solo pudo llorar
tres cuartos de nada
sus labios tenían pedazos de cangrejos y todos gritaban:
Dedícale una vida al miedo y yo te obsequio un silencio
nunca más
volví a decir otra palabra que no fuera rezo.